El sábado 12 de octubre fue una jornada memorable dentro del IV Festival de Otoño en Cuenca, marcada por la variedad de actividades culturales, talleres y conciertos que animaron la ciudad a lo largo del día, y que culminó con un cierre espectacular que congregó a cientos de personas para un concierto de música punk y trap que se quedará grabado en la historia del festival.
La mañana comenzó con el Pin Pon en el Edificio Iberia, organizado por el Club Tenis de Mesa Cuenca. A partir de las 10:00, grandes y pequeños participaron en partidos amistosos y demostraciones que atrajeron a los aficionados de este deporte, que disfrutaron de un ambiente familiar y deportivo.
A las 11:00, el espíritu literario tomó las calles con la Gymkana de Libros Escondidos, con libros cedidos por la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca. En este caso y por tema de lluvia los libros se encontraban en bares y cafeterías del centro de la ciudad, en las redes sociales del festival se ofrecían pistas para desvelar sus ubicaciones, conectando la lectura con la aventura en una actividad que fue un éxito total, sobre todo entre los jóvenes.
Simultáneamente, en el Edificio Iberia, los estudiantes de la Facultad de Comunicación de la UCLM llevaron a cabo un Podcast en directo a las 12:00, que abordó temas relacionados con la cultura local y las tendencias más actuales. Esta actividad atrajo a una audiencia diversa, que disfrutó de la espontaneidad y frescura del formato.
A las 12:30, los talleres tomaron protagonismo con dos actividades destacadas. Por un lado, el Taller de Escritura Creativa, liderado por Julia de la Fuente en el Edificio Iberia, brindó a los participantes una oportunidad para desarrollar su imaginación y plasmar sus ideas en papel. Por otro, el Cuentacuentos de Científicas, organizado por la Asociación Nosotras, acercó a los más pequeños las historias de mujeres pioneras en la ciencia, transmitiendo importantes valores de igualdad.
La música también llenó la mañana con el Concierto de Flamenco del trompetista Enriquito y su banda a las 12:30, que trasladó su actuación al Salón de Actos del Centro Cultural Aguirre debido a la lluvia. El público disfrutó de una actuación cercana y emotiva, perfecta para acompañar el ambiente de la mañana. Posteriormente, a las 13:30, el Coro y Kuenclarinet ofreció un Concierto de Música Instrumental y Cantada en el Salón de Actos de Diputación, llenando la sala de melodías envolventes que transportaron a los asistentes.
La tarde continuó con actividades para todos los públicos. A las 16:30, el taller Aves del Río Huécar, dirigido por Stipa Azeral, se trasladó bajo el techado del Auditorio. Los participantes disfrutaron de una actividad educativa en la que aprendieron sobre la fauna local y la importancia de preservar el medio ambiente.
Uno de los momentos más esperados llegó a las 17:30 con el Taller de Bachata, impartido por Alegría y Javier en el Edificio Iberia. El taller, que combinaba ritmo, técnica y diversión, fue una excelente oportunidad para que los asistentes dejaran a un lado la timidez y se dejaran llevar por la música latina en una jornada cargada de alegría.
Un concierto final que hizo vibrar a Cuenca
El broche de oro del día llegó con el Concierto de música punk a las 19:30 en la terraza cubierta del MUPA (Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha), que reunió a Julika, Putilatex, Sistema de Entretenimiento y Sin Bragas. Cientos de personas se congregaron para disfrutar de una noche épica que superó todas las expectativas.
Putilatex, referentes del electro-punk más irreverente, desataron la locura con su mezcla única de provocación y crítica social, que no dejó a nadie indiferente. Julika, con su toque de trap fresco y desafiante, sorprendió al público con una actuación poderosa y cargada de energía. Sistema de Entretenimiento y Sin Bragas aportaron la dosis de punk que encendió a los asistentes, con letras afiladas y una puesta en escena contundente que reflejó la esencia de la contracultura.
El ambiente que se respiraba era de absoluta euforia. Los cientos de asistentes no pararon de corear, saltar y dejarse llevar por una energía que envolvía cada rincón de la terraza. Sin duda, este concierto fue el momento más vibrante del día, y consolidó al Festival de Otoño como una cita ineludible para los amantes de la música alternativa y la diversidad.
La ciudad respira cultura a pesar del mal tiempo
A lo largo de todo el día, la asistencia masiva del público confirmó una vez más el éxito del Festival de Otoño en Cuenca. A pesar de la previsión de lluvias, la respuesta fue inmejorable, y cada espacio asignado para las actividades estuvo lleno de espectadores dispuestos a disfrutar de las propuestas culturales y musicales de esta cuarta edición.
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