Según Wikipedia su nombre es María de los Ángeles Rozalén Ortuño, pero todo el mundo la conocemos como Rozalén. Albaceteña, y con Castilla-La Mancha siempre por bandera, desde su primer álbum de estudio allá por 2013 ha logrado posicionarse en lo más alto del panorama musical.
Ahora, con la vuelta de la música a los estadios y plazas de toros, Rozalén afronta la gira bajo el paraguas de su cuarto álbum, en una gira en la que está sintiendo que el público, de alguna manera, le está devolviendo tanto a ella como a su equipo doto el cariño que dieron en el confinamiento, con esos conciertos improvisados que de vez en cuando hacían en las redes sociales.
¿Habrá Rozalén para rato? ¿Cuál es su postura en toda la polémica con Zahara y su cartel del próximo concierto que ofrecerá en Toledo? ¿Tenemos arte en Castilla-La Mancha y se está reconociendo?
Rozalén, a través de 15 minutos de entrevista previa a los próximos conciertos que ofrecerá en la tierra que la vio nacer, dará respuesta a todas estas preguntas y alguna más.
Ahora en agosto tenemos varios conciertos suyos en tierra castellano manchegas: esta semana ha estado en Mota del Cuervo; el 27 estará en Albacete, su tierra, un día después aquí, en Cuenca y el 10 de septiembre en Puertollano. ¿Cómo afronta estos próximos conciertos en Castilla-La Mancha?
Siempre que toco en casa, para mí es como un poquito más de presión y un poquito más de emoción. Es inevitable. En particular el de Albacete. Para mí, va a ser muy bestia, porque mis primeros conciertos que recuerdo, no solo en el Viña Rock, fueron en la plaza de toros albaceteña. Yo recuerdo ver ahí a Extremoduro, Joaquín Sabina, Manolo García… y ahora verme a mí ahí, que va a ser la primera vez que toquemos en la plaza de toros, es el lugar como más importante que voy a tocar en mi tierra.
Estoy, eso, super contenta y nerviosa y deseando poder dejarme la piel en cada bolo. Claro, como nos han arrebatado esto durante un tiempo… Te prometo que cuando pongo en redes lo especial que ha sido concierto la gente no se lo va a creer, porque no puede ser que todo sea tan maravilloso, que la gente sea tan brutal… pero es que es así, no solo por nuestra parte, que nos subimos al escenario y nos sentimos unos privilegiados, sino que creo que también la gente tiene como mucha gana de que le emocionen, de estar en un concierto, de que todo se acerque a lo que era antes…
Noto como más emoción y contención por parte de todos”
Precisamente Maria, ahora que parece que la situación de la pandemia está un poco mejor que el año pasado, ¿qué estas sintiendo ahora que estas volviendo a ver al público debajo del escenario?
Es que eso, se nota como mucha más emoción, hay también una contención. Porque claro, el hecho de estar sentado y con mascarilla, por un lado, está como dando muchas ganas por dentro, se nota mucho a la gente llorar y reír, aun así, se les escucha cantar… Bromeo mucho porque hay una parte como muy divertida de mucho baile en el concierto, y la gente claro, se está marcando unos bailes en las sillas maravillosos. Es como reinventarnos todo el rato, pero sí que noto como más emoción y contención por parte de todos.
Esta gira la está haciendo bajo el nombre de su cuarto álbum, ‘El Árbol y el Bosque’, ¿cómo está siendo la acogida?
Parece que bastante bien (risas). Nada se puede comparar con la última gira, que se hizo en 2019, pero nos sentimos super afortunados porque está viniendo mucha gente a vernos, el disco se está vendiendo y de hecho al poquito fue disco de oro. Siento que, de alguna manera, el público nos está devolviendo lo que les dimos en el confinamiento, porque si no hubiera sido por la cultura o el arte, todo hubiera sido más duro.
Y hablo también en primera persona. Si yo no hubiera visto todos los conciertos que ofrecía la gente por redes, o películas o libros, hubiera sido muy complicado. Entonces, siento que el público nos está devolviendo el cariño de esa manera viniendo a vernos.
Habla de que este cuarto álbum muy rápido se convirtió en disco de oro. Precisamente, se publicó en octubre de 2020, después de lo más duro de la pandemia. Imagino que la COVID-19 habrá influido de alguna forma en este cuarto trabajo.
La idea y las canciones ya las tenía algunas compuestas e incluso algunas grabadas, y las ideas estaban. Lo que sí que me ha dado la pandemia ha sido tiempo, que era lo que yo demandaba. Por eso, creo que este es el disco más cuidado, en todos los aspectos. Le di más vueltas que nunca a las letras, en la producción también le dediquemos mucho más tiempo al arte del disco, incluso la gira.
Hemos ensayado más que de lo normal. Le hemos dado más vuelta, entonces, creo que la gente también nos lo está diciendo que, cuando vienen a escucharnos, se nota todo el trabajo y la dedicación de tanto tiempo.
En abril de 2013 publicó su primer álbum de estudio, ‘Con derecho A…’ ¿Se podría imaginar aquella Rozalén que casi 10 años después iba a estar en el lugar en el que está ahora?
(Risas) No, no, no; qué va (risas). A mi todo me parece un milagro continuo, vamos. Yo estudié psicología y musicología porque era a lo que pensaba que me iba a dedicar, entonces… Yo he deseado cantar toda mi vida, porque sé que es lo que más me sana y lo que mejor me sienta, pero jamás pensé que iba a ser mi trabajo. Ni de broma. Y ahora, no quiero bajarme.
Ahora soy consciente de que me van a escuchar varios miles de primeras”
Nunca se imaginaba que este iba a ser su trabajo, pero, cuando echamos el reproductor hacia atrás y escuchamos sus singles del principio como ’80 veces’ o ‘Comiéndote a besos’, ¿qué se le pasa por la cabeza?
Me da cariño. Siento cariño, ternura. Porque esas canciones claro, cuando yo las hice, no pensaba que las fuera a escuchar mucha gente. Eran para mí, aunque ahora también hago las canciones para mí, porque a mí me sienta bien y es mi vía de escape. Pero ahora, soy como consciente de que me van a escuchar varios miles de primeras”.
Fueron como el principio del todo. Entonces, estas dos canciones las sigo cantando en los conciertos y, supongo, no dejaré nunca de cantarlas.
¿Las podremos escuchar en los próximos conciertos en Castilla-La Mancha?
Sí. Has hecho spoiler ahí (risas). Hay canciones que he tenido que quitar, pero otras que le gustan a la gente desde el principio. Entonces, ahí hacemos medley, con mucho guiño a las canciones que la gente más cariño le tiene.
En general, ¿qué vamos a poder ver en sus próximos conciertos?
El concierto de esta gira es como el recital más intenso que hemos preparado en cuanto al orden de las canciones, la temática. Hay una parte que es como muy emocional, muy cañera, más crítica. Luego otra que será muy divertida. En general, hay mucho colorido, mucha alegría, y sí que tengo claro que quiero que la gente se vaya con ganas de vivir y con un chute de energía y alegría que creo que hace falta.
¿Vamos a poder ver alguna sorpresa? ¿Tienes algo preparado?
(Risas) De momento no tengo nada pensado, pero también es verdad que nosotros somos mucho de improvisar y, de repente, en algún sitio, yo qué sé. Le estoy dando vueltas, porque luego también es muy complicado con el tema de la logística, pero no puedo decir nada ahí. Porque si digo que voy a decir algo y luego no lo hago, no puede ser.
Ya llevas unas cuantas semanas de gira por España. ¿Cómo está siendo?
Super bien. Es que estoy como super sorprendida. Están pasando por los conciertos casi 3.000 personas, los dos WiZink de Madrid, Barcelona… A todos los sitios a los que vamos tenemos ya nuestra pequeña gran familia. Es un año complicado, así que nos damos con un canto en los dientes, porque solo podemos dar gracias nosotros.
Creo que lo más importante de los castellanos manchegos es la nobleza, la autenticidad”
En los últimos años ha sido nominada al Grammy latino por ‘La puerta violeta’ e incluso ha ganado el Goya a la mejor canción original por ‘Que no, que no’, de la película ‘La boda de Rosa’ de Iciar Bollaín. ¿Podemos decir que en Castilla-la mancha tenemos mucho arte y que ese arte se reconoce?
Hombre por favor… (Risas) En Castilla-La Mancha somos muy muy graciosos, muy salaos, muy bonicos. A mí se me llena la boca, pero porque creo que tengo muchos motivos. Creo que lo más importante de los castellanos manchegos es la nobleza, la autenticidad. Cuando la gente conoce a mis amigos de Albacete, ven que hay mucho humor y mucha verdad. Y al final, los lugares sobre todo los hace la gente.
Encima este año, que he hecho el anuncio de Turismo de Castilla-La Mancha, no sabes qué gozadera de poder ir a tantos lugares tan brutales a grabar y comprobar, una vez más, que somos una tierra brutal, valga la redundancia.
A lo largo de tu carrera has defendido siempre la libertad. Esta semana mostraste en Twitter tu “amor profundo” hacia Zahara tras la polémica que se ha generado por el cartel de su próximo concierto en Toledo. ¿Qué le pareció toda esta polémica?
Me pareció muy raro, porque ese cartel tiene que ver con el concepto del disco. Entonces claro, retirar algo así y que otras cosas no las retiren, me parece contradictorio. En la libertad de expresión hay una línea muy fina, y no sé. Creo que al final, cuanto más intentes callar algo, más altavoz le das.
Cuenca me parece de las ciudades más bonitas del mundo”
¿Cómo definirías a Cuenca y Albacete?
Cuenca me parece de las ciudades más bonitas del mundo, de verdad. Así te lo digo. Y Albacete, claro. (Pausa) Es que es tanto el amor que siento que me cuesta ponerle palabras, pero sí que creo que es de las ciudades que más acoge. Y eso es muy difícil de decir.
Lo de que a Albacete vas llorando y te vas llorando, creo que es cierto por toda la gente que no es de allí y que, por ejemplo, se ha ido a vivir allí, luego me han dicho que como la han acogido y tratado en Albacete, no lo han hecho en otros sitios.
Para concluir, ¿seguiremos disfrutando de tu música de cara a futuro? ¿Nos queda Rozalén para rato?
Hombre, claro, por favor. Ahora tengo que girar mucho, pero ya sigo escribiendo y componiendo. Hay mil proyectos en el aire que ojalá salgan muchos, y sigo teniendo ahora toda la energía.
Foto: Rubén M. Checa
